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En los últimos años se ha demostrado mediante estudios, que los andadores o andaderas no son un recurso que contribuye en algo positivo para nuestros pequeños que empiezan a caminar, de hecho, es todo lo contrario, pueden llegar a ser perjudiciales al causar consecuencias negativas en su desarrollo, como patrones inusuales de movimiento y un control muscular retrasado.

Además, puede desanimar al pequeño a aprender a caminar por su cuenta al no ver que está pasando con la parte baja de su cuerpo, cohibiendo así su desarrollo motor, sin mencionar que puede llegar a ser potencialmente peligroso al dar una falsa impresión de “seguridad” dejándolo caminar por toda la casa, sin tomar en cuenta que:

  • Podría provocar accidentes (caer en una piscina, quemaduras, intoxicaciones, caídas, golpes y fracturas).
  • Proporciona poca libertad de movimiento y coordinación, más aún si el niño no ha dado sus primeros pasos y se le está imponiendo el caminar, su mente no es capaz de asimilar todas las emociones que puede presentar.
  • Separación exagerada de las piernas ocasionada por un agarre en la parte baja, donde posa el pequeño, impidiendo un desarrollo natural y provocando una deformidad en la estructura ósea.
  • No permite el desarrollo del equilibrio.
  • Favorece a la marcha en puntas de pie, diferente a los de marcha natural.

Por esta razón lo más aconsejable es no utilizar ningún tipo de andadera y más bien, estimular al bebé naturalmente, tomando en cuenta que:

  • No hay que obligarle, es decir, hay que respetar su ritmo evolutivo.
  • Tener paciencia, recordemos que, para cumplir con este hito tan importante, a lo largo de su desarrollo, primero tendrá que aprender a sentarse, gatear, ponerse de pie y posteriormente caminar y correr.

¿Pero, entonces como puedo lograr que mi bebé camine? A continuación, mencionaré 2 ejercicios súper sencillos que podrías aplicar para estimularlo sin la ayuda de andadores:

  1. Pon a tu pequeño en el suelo frente a ti, sujetándolo de las manos y comienza a hacer que avance poco a poco hacia adelante, incluso podrías contar 1,2,3… por cada pasito que dé motivándolo a que lo siga haciendo.

2. Busca su juguete favorito o algún premio que puedas darle y ponlo cerca de él a una distancia no tan lejana para que estando en el suelo y apoyado de algún mueble pueda incorporarse y dar pasitos hacia su objetivo, cada vez que lo logre felicítalo con palabras dulces.

Recuerda que el piso seguro es el lugar más adecuado para su desarrollo y que con paciencia, constancia y mucho cariño lograremos que nuestros pequeños alcancen cada objetivo a lo largo su desarrollo.